El reto está en cómo aprendemos: los principales desafíos para los mexicanos al estudiar idiomas.
Seis de cada 10 estudiantes piensa que una de las barreras significativas es que los profesores no atienden sus necesidades reales de aprendizaje; la mayoría también considera que su ritmo de vida también influye.
Aunque muchos consideran que hablar más de un idioma brinda una ventaja competitiva en el mundo laboral, sólo 13% de los mexicanos domina otra lengua además del español. Y es que, si bien gran parte de los programas educativos incluyen al menos una clase de idiomas, estudiarlo requiere enfrentar diferentes retos que pueden terminar por crear un bloqueo.
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Para comprender las causas, Poliglota México, un innovador sistema que transforma la manera en que las personas aprenden y dominan idiomas, preguntó a estudiantes y profesionistas cuáles son los factores que crean dichas barreras.
De acuerdo con el sondeo, mientras que sólo 3% considera que la lectura es un reto, los cinco aspectos que les resultan difíciles a los mexicanos al aprender un idioma son:
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Dominar la pronunciación (45%).
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Estructurar sus ideas en otra lengua (44%).
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La comprensión oral (43%).
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La gramática (33%).
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El vocabulario (19%).
“Un hallazgo relevante de este análisis es que las dificultades radican más en cómo se aprende y no necesariamente por una barrera cultural”, explicó José Manuel Sánchez, director de Poliglota México, al mencionar que 61.62% descarta los contrastes entre las culturas de los países como un impedimento.
En cambio, el sondeo reveló que los factores que crean más obstáculos son:
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La falta de práctica (65%).
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La vergüenza o el miedo a equivocarse (50%).
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La frustración de no saber comunicarse (33%).
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Tener que memorizar o repetir las mismas ideas durante la clase (20%).
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Las distracciones (7%).
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El cansancio (4%).
“Esta combinación también deja ver que hay una relación importante entre la percepción y experiencia de un alumno, con los métodos que utilizan los maestros”, agregó el experto.
La prueba está en que, según los encuestados, las razones principales por las que un profesor no contribuye adecuadamente y crea un entorno poco propicio para aprender comprenden:
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La falta de atención a sus necesidades específicas (56%).
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Dar demasiada información en muy poco tiempo (43%).
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Cuando los maestros no se expresen de forma comprensible (24%).
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La presión de los docentes hacia los estudiantes para que se comuniquen (11%).
A pesar de circunstancias como estas, los mexicanos han tenido, a lo largo de su experiencia con otras lenguas, un gusto particular por dichas materias (45.35%). Sin embargo, un porcentaje importante también tenía un sentimiento negativo: 14.14% no sentía interés, 33.33% se sentía estresado y 6.06% terminaba por odiar la clase.
Por otro lado, si bien la edad no concierne directamente en el ritmo de aprendizaje (según 55.56% de los estudiantes), las obligaciones que van adquiriendo con el tiempo (trabajo, estudio, etcétera) pueden llegar a afectar: 44% aseguró que sí influye, mientras que 40% estuvo de acuerdo, en menor medida.
“Para realmente dominar un nuevo idioma, es necesario que la experiencia sea más cercana al estilo de vida de las personas. Para ello, se necesita un balance entre la teoría y la práctica, rompiendo el molde de los esquemas que producen tanto estrés, como complicaciones, en lugar de motivación y resultados”, concluyó José Manuel Sánchez, director de Poliglota México.