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Con la moda sustentable, puedes contribuir al cuidado del medio ambiente, descubre sus características y cómo puedes mantenerla impecable.
La “A” de Ambiente
La industria textil y de la moda están en constante evolución, sin embargo, su huella de carbono es evidente.
Aquí algunas cifras para dimensionar el impacto que tienen: alrededor de 80 mil millones de prendas son adquiridas en el mundo contribuyendo con 10 % de la contaminación de ríos, 7 es el número de veces que las personas utilizan una prenda antes de desecharla, solo se recicla o reutiliza el 15 % de estas siendo que es factible hacerlo hasta con el 90 %, de acuerdo con cifras de la ONU.
La “B” de Buena noticia
Desde hace años la industria de la moda ha optado por disminuir su huella de carbono y crear conciencia sobre el impacto que causa la ropa en nuestros clósets.
La respuesta a esto es la moda sustentable que incluye la fabricación de prendas utilizando recursos como teñidos naturales y textiles orgánicos, así como la práctica de moda circular (mayor longevidad en sus diseños y re-uso de prendas), reciclaje de otros materiales para crear telas y el uso de Tecnología Air Dry que elimina el uso de agua del proceso de teñido y estampado.
La “C” de Cuidado
Si ya eres parte de esta tendencia de moda o pretendes serlo, Luis Zuñiga, experto de Mr Jeff, comparte una guía básica para su cuidado y que luzca impecable para prolongar su uso de acuerdo a diferentes tipos de fibras.
Fibras naturales
Son aquellas que se encuentran precisamente en la naturaleza y no son fabricadas a base de materiales no renovables como el petróleo, se clasifican en:
● Celulosa: algodón principalmente, pero de cultivos orgánicos, es decir, sin tantos pesticidas tóxicos y fertilizantes dañinos o con procedimientos que hacen más eficientes la utilización de recursos como agua, principalmente.
Otras fibras de celulosa incluyen: yute, lino, cáñamo, ramio, abaca, bambú, soya, maíz, plátano, entre otras, todas de cultivos igualmente orgánicos.
● Fibras de proteína bacteriana: resultan de la fermentación de biomasa y va desde la lana, seda, angora, alpaca, llama, vicuña hasta el cashmere y kombucha (obtenida del té del mismo nombre).
Asimismo, se pueden crear tejidos de polvo de carbón activado mezclado con fibras naturales y resultan en telas más resistentes.
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Consejos para lavarlas
➔ Lava los tejidos delgados y gruesos por separado, esto ayuda a evitar daños e incluso que la prenda se deteriore.
➔ La lana y la seda son fibras premium. Es adecuado procesarlas en wet cleaning o como última opción en dry cleaning.
➔ Lava a temperatura ambiente o no a más de 30ºC, esto será importante para evitar encoger la fibra o que pierda o haya transferencia de colores.
➔ Cuando el lino, la lana y la seda se lavan en agua con acción mecánica y temperatura controlada, es ideal secarlas colgadas.
Fibras semi-sintéticas o sintéticas
Proceden de elementos naturales, pero llevan algún proceso químico no perjudicial para el medio ambiente. Entre las más comunes destacan:
● Lyocell: se produce a partir de la madera como la haya, eucalipto, abeto, pino o la planta de bambú, no contienen químicos perjudiciales para el ambiente.
● Modal: el modal o fibra polinósica es de celulosa regenerada, es decir, un tipo de rayón. Posee alta resistencia y elasticidad.
● EcoVero: conocida también como viscosa o rayón, se ha utilizado para hacer telas suaves y sedosas, se produce a partir de pulpa de madera procesada.
¡La innovación a todo!
● S.Cafe: ¿Adicción al café? ¡Esto te va a gustar! Granos de café convertidos en hilo. El producto terminado es de rápido secado y con protección UV natural.
● Qmonos: de origen japonés, es una tela producida con microbios y genes de seda de araña.
La fibra es más resistente que el acero pero ligera y cómoda, sobre todo biodegradable. Nota: ¡cero arañas han resultado dañadas en su fabricación!
● Woocoa: lanas sintéticas a base de plantas como cáñamo, coco y hongos. ¿Qué más quieres? ¡Respetuosa con los animales y sustentable!
● Cupro: alternativa de seda hecha con prendas de algodón reciclado.
● QMilk: la proteína de leche caseína, subproducto de la industria láctea, es utilizada para hacer una tela natural, compostable, retardante de llama y suave como la seda.
Consejos para lavarlas
➔ Lavar a temperatura ambiente y secar a temperatura baja
➔ No usar lejía
➔ Las fibras delicadas se pueden poner en la secadora, pero hazlo a temperatura muy baja. Se puede utilizar el ciclo que es solo aire.
Fibras recicladas
Las fibras recicladas o regeneradas están hechas de materiales de desechos que se procesan de nuevo en fibras cortas para tener de nuevo hilo.
El más común es el poliéster reciclado RPET o PET, está hecho con bolsas de plástico, botellas, redes de pesca, residuos plásticos provenientes del mar o textiles destinados a los vertederos.
Es un material versátil que reduce la dependencia del petróleo y ayuda a promover nuevas corrientes de reciclaje. Una de sus variantes puede ser mezclar con fibras de algodón reciclado para lograr mayor resistencia de las telas.
Consejos de lavado
➔ Lavar a temperatura ambiente y secar a temperatura media.
➔ Si secamos en secadora tratar de sacar y extender la ropa lo antes posible. Si colgamos las prendas para que se sequen, se recomienda sacudir vigorosamente para que la prenda se extienda y así evitar que se hagan arrugas muy marcadas.
El “D” de ¡Decídete!
La ropa sustentable reduce notablemente la contaminación, pero si quieres ir más allá, no solo compres ropa que presuma de sustentable, también has hábitos de compostura, reventa o reciclaje de prendas gastadas que incorporen viejas fibras a nuevas prendas.
Y ¡ojo! si no lavas tu ropa en casa y lo haces en lavanderías, busca establecimientos que tengan un sello de Wet cleaning que no es otra cosa que bajar el consumo de agua y químicos dañinos para el medio ambiente, así cuidarás a nuestro planeta mientras mantienes tu ropa en buen estado durante más tiempo, evitando el consumo masivo de prendas que contaminen.