Tezozómoc. Los imperios deben ser entregados a quienes tengan la virtud, el conocimiento de gobernar, no a cualquier pelafustán. Los pueblos deberían tener el derecho de elegir a sus gobernantes.
Tezozómoc, primera novela en la serie Grandes tlatoanis del imperio, se combina el conocimiento erudito de las fuentes históricas con un impulso narrativo incontenible para contar la historia de uno de los gobernantes más controvertidos del México prehispánico.
Un trono usurpado, masacre en muchos pueblos para ser reconocido como único gobernante, aliados que descubren que solo han sido usados como sirvientes y el principal objetivo: perseguir al verdadero príncipe heredero. Tezozómoc lo quiere vivo o muerto. Es tarea de este príncipe huir, entrar, salir por los bosques sin ser reconocido, hacer aliados para vivir como el coyote: al asecho y no descansar hasta derrocar al usurpador.
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Muchas veces las peores traiciones vienen de la familia, esto ocurre donde se siembra la discordia. Así es como la vida de Tezozómoc, un joven interesado en las simplezas de lo que le rodea, es arrastrado a varias guerras por la ambición impuesta de ser el gobernante de Teshcuco (ahora Texcoco), que será el escenario de la ambición, la corrupción y la violencia más despiadadas.